
Este muñeco se lo hice a mi hijo Pablo en compensación por un Pablo de Backyardigans que perdió y que extrañaba desconsoladamente. Para ser mi segundo muñeco grande no estuvo tan mal.
Este es el nuevo hogar de mis amigurumis. Acá van a poder vivir y respirar libremente. Dedicado a todos aquellos que, como yo, aman las miniaturas y los detalles.
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